Tocar la batería es un arte que requiere dedicación física y mental para dominarlo. Tanto si eres nuevo como si tocas a nivel profesional, las horas de práctica intensa pueden agotarte inevitablemente.
Los distintos instrumentos requieren el uso de diferentes grupos musculares y extremidades. Por ejemplo, si eres pianista, unos dedos doloridos o hinchados pueden desconcentrarte por completo.
Del mismo modo, tocar la batería implica movimientos complejos y hay que ser consciente de los tipos de lesiones o dolores que se pueden desarrollar a lo largo del camino. Estas lesiones pueden ser traumáticas, debidas a un accidente, o más comúnmente, debidas a un uso excesivo.
En este artículo, repasaremos las lesiones más comunes en la vida de un batería, y cómo puedes evitarlas.
Tendinitis
Los tendones son los cordones rígidos e inelásticos de colágeno fibroso resistente que conectan los músculos y los huesos entre sí. La tendinitis es una reacción inflamatoria en la que los tendones y las vainas que los recubren se hinchan y se vuelven dolorosos.
Las lesiones pueden producirse por sobrecarga. Cuando los tendones están sobrecargados, irritados y ahora dañados, los tejidos se hinchan para favorecer la curación, siendo la inflamación la reacción natural del organismo para iniciar el proceso de curación.
Cuando esta inflamación cede, los tendones pierden su amplitud de movimiento original y se tensan, haciendo que los movimientos complejos resulten dolorosos. La acumulación de células tisulares y líquido irrita aún más la zona.
Prevención – Para prevenir la tendinitis, asegúrate de calentar antes de las sesiones de batería y de estirar después de terminar tu actuación. Una buena técnica mecánica y de percusión, así como cuidados físicos y una buena alimentación, pueden prevenir esta dolencia. Mantenga el uso excesivo al mínimo y no exceda una cantidad fija de tiempo de batería saludable.
Tratamiento – La tendinitis puede tratarse en función de su duración y gravedad. En caso de dolor agudo, la afección puede revertirse apagando la batería durante un periodo de tiempo, aplicando hielo en la zona hasta adormecerla y dejando reposar unos días.
Tras este periodo, se recomienda realizar movimientos controlados mientras se toca la batería. Si el dolor persiste, consulta a un médico, sobre todo cuando se produce en las extremidades inferiores, como los tendones de Aquiles o femorales, ya que necesitan más tiempo para curarse.
En el caso de las tendinitis crónicas o de larga duración, es necesario un enfoque más agresivo para reducir el dolor y los síntomas. La constancia es clave, ya que necesitarás reposo activo con un uso limitado o nulo de la parte del cuerpo afectada.
El entrenamiento cruzado es una forma de hacerlo, ya que se practica utilizando las partes del cuerpo no afectadas y acondicionándolas para mejorar el rendimiento. La fisioterapia también puede tratar los síntomas aumentando el metabolismo en la zona del dolor localizado.
Gracias al aumento del flujo sanguíneo, se acelera el proceso de curación y se reduce el dolor. Sin embargo, no se trata de un tratamiento permanente del problema, por lo que deberá someterse a fisioterapia con regularidad. El movimiento controlado y la fisioterapia ofrecen los mejores resultados.
Los fármacos pueden ser útiles para la detección precoz y el tratamiento rápido. Sin embargo, pueden tener efectos secundarios. No se recomienda el uso prolongado de antiinflamatorios, ya que pueden causar daños internos o dependencia.
He aquí algunas buenas técnicas que pueden ayudar a prevenir por completo la tendinitis.
Epicondilitis del codo
El epicóndilo es la zona del extremo del hueso del codo que tiene forma saliente. Esta zona puede verse sometida a fuertes tensiones debido a una técnica deficiente, un uso excesivo o una percusión excesiva, e inflamarse y doler. Puede provocar dolor crónico en el codo, que es poco probable que desaparezca por completo si no se trata durante mucho tiempo.
Prevención – Sea consciente de la cantidad de fuerza que ejerce sobre el codo al tocar la batería. Una fuerza excesiva sobre el codo combinada con un rebote demasiado pequeño sobrecargará los tendones y los músculos de los brazos.
Estirar antes de jugar y aplicar hielo en las articulaciones doloridas y sobrecargadas puede prevenir la epicondilitis.
Tratamiento – Los tratamientos pueden incluir masajes de fricción, terapia de calor, hielo, manipulación y movilización articular, diversos ejercicios y terapia con ultrasonidos. La medicación antiinflamatoria a corto plazo también puede ser beneficiosa.
Esguinces y distensiones
Los esguinces se producen por sobrecarga o desgarro de los ligamentos, mientras que las distensiones son lesiones del tejido blando situado fuera del ligamento. Estos esguinces y distensiones estimulan un proceso natural de curación musculoesquelética en el cuerpo, pero el inconveniente de este proceso es la formación de tejido cicatricial que reduce enormemente la movilidad y también puede causar dolor y rigidez, ya que no tiene elasticidad y es muy sensible al dolor.
Prevención – Como ocurre con otras lesiones, el uso excesivo, una técnica deficiente y una mala postura durante el juego pueden provocar distensiones y esguinces en ligamentos y tejidos. Es esencial aplicar hielo en la zona en cuanto sientas dolor, ya que la curación puede producirse simultáneamente y reducir la hinchazón.
Tratamiento – El tratamiento incluye un periodo de reposo y fisioterapia y terapia de movimiento controlado. Los analgésicos también pueden ser útiles. La aplicación de hielo en la zona durante un periodo prolongado acelera la curación.
Lumbalgia
El dolor de espalda es una epidemia, ya que afecta a casi todo el mundo, sobre todo cuando hay que permanecer sentado y realizar actividades. Los gestos encorvados y las malas posturas desempeñan un papel clave en el dolor de espalda, pero el estrés excesivo y el esfuerzo por encima de cierto umbral también pueden provocar dolor de espalda.
Prevención – Mantenga la curvatura de la columna lumbar al sentarse.
Una buena posición lumbar es esencial. Mantenga los músculos abdominales y lumbares en buen estado y estírelos a menudo. Al sentarte, mantén el estómago metido y los glúteos e isquiotibiales estirados. Ice la zona en cuanto sienta dolor.
Tratamiento – Busque ayuda profesional si el dolor lumbar se extiende a las piernas, o si provoca pérdida de fuerza en los músculos, o sensación de hormigueo o entumecimiento. Las cremas, pomadas y sprays analgésicos también pueden ser de gran ayuda. Aplíquelos con regularidad y cubra la zona para obtener el máximo efecto.
Ampollas y dolor de manos
La baqueta desempeña un papel importante en la vida de un batería. Es esencial elegir la baqueta adecuada para evitar dolores o ampollas en las manos y otras lesiones o irritaciones de la piel.
Muchos bateristas eligen un tamaño en función del volumen y el efecto que producen, evitando por completo la compatibilidad con el tamaño de sus brazos, dedos y manos. Esto puede provocar ampollas y dolor de manos.
Prevención – Un buen agarre y una buena técnica son importantes cuando se utilizan palillos chinos.
Asegúrate de que los palos que elijas no sean demasiado pequeños ni demasiado grandes y que resulten cómodos de usar. No toques demasiado alto y utiliza el rebote para crear volumen y velocidad.
Mantenga las manos secas y láveselas cuando note excesiva humedad o acumulación de sudor. Así evitarás que se formen callos y ampollas. Si tienes alguna herida o irritación en la piel, utiliza guantes mientras juegas para evitar una mayor irritación de la zona afectada.
Tratamiento – Si se producen ampollas, es importante drenarlas rápidamente utilizando técnicas estériles. Un pinchazo es suficiente para drenar la ampolla. Mantenga la zona bien vendada durante al menos 12 horas después del drenaje. Con el tiempo se forman callos en la zona, y con una hidratación adecuada de la piel, los callos desaparecerán lentamente en lugar de agrietarse y causar dolor.
En cualquier caso, no dejes que tus lesiones se acumulen con el tiempo y no ignores ningún dolor o escozor. Lo mejor es tomar todas las medidas preventivas mencionadas anteriormente y practicar sólo con las mejores y más correctas técnicas. Nunca dudes en consultar a un médico en caso de dolor, la detección precoz puede ahorrarte mucho dolor y dinero más adelante.