El batería y percusionista Danny Carey, natural de Kansas y miembro fundador de la banda Tool, de la que tanto se habla, está considerado uno de los mejores músicos de nuestro tiempo.
Con una larga lista de prestigiosas colaboraciones, que van desde el ambiente y las canciones de rock clásico de King Crimson y Carole King hasta el sonido industrial de Skinny Puppy y Pigface, Danny Carey es sin duda uno de los baterías más eclécticos de la escena del rock.
Tras convertirse en una presencia recurrente en la escena jazzística de Kansas City, se trasladó a Los Ángeles, donde empezó a trabajar como músico de sesión profesional. Fue aquí donde tuvo la oportunidad de trabajar con grandes artistas como Carole King y desarrollar un estilo de batería diverso y adaptable.
En 1990, tras conocer al cantante Maynard James Keenan, se unió a Tool, la banda con la que obtuvo el increíble éxito que conocemos.
¡Mientras se forjaba una sólida carrera con la banda de rock de Los Ángeles, también se unió a otros proyectos paralelos, como VOLTO!
Breve historia de Tool
A caballo entre el metal y el rock experimental, con aspectos musicales particulares difíciles de definir, Tool ha atraído la atención de aficionados de todo el espectro del rock’n’roll.
Convertidos en una sensación del metal alternativo en 1996 con su segundo álbum Aenima, desarrollaron fuertes elementos narrativos para acompañar su música, combinando canciones con arte visual, y un fuerte mensaje de desarrollo personal presente en la mayoría de sus canciones, a menudo a través de letras controvertidas y vídeos musicales escalofriantes.
A lo largo de su carrera, nunca han comprometido la calidad de su trabajo, negándose a adoptar el dogma de la industria musical de que las bandas deben lanzar música constantemente para mantener alta la atención del público. Desde 1990 hasta 2019, solo han publicado cinco álbumes, cuidando hasta el más mínimo detalle detrás de su producción, incluido el aspecto del vídeo. Con experiencia como diseñador de efectos especiales en la industria cinematográfica, el guitarrista Adam Jones se encarga del impacto visual de los vídeos oficiales de la banda, creando a menudo pequeñas obras maestras inquietantes.
Con una perspectiva exterior tan clara, la banda nunca se ha adaptado a ninguna moda o tendencia y Danny Carey, con su personal, poco convencional e interesante estilo de batería, es el batería perfecto para un proyecto tan poco ortodoxo.
Amor por lo oculto
Como nos cuenta la página web oficial de Tool, Danny Carey tiene un enfoque muy particular de la batería.
Al ver a su padre dirigir un ritual masónico, Danny, de pequeño, quedó fascinado por los gestos y el misterio que rodeaban la ceremonia.
Cuando tenía trece años y puso por primera vez las manos en una batería, no pudo evitar darse cuenta del paralelismo entre los gestos que había visto en este ritual y los movimientos que hacía con el instrumento. Esta extraña epifanía le llevó a descubrir la geometría sagrada y la metafísica. Más tarde aplicó ciertos principios ocultistas a su forma de tocar el tambor, con resultados muy característicos.
Aunque no era ni religioso ni masón, Carey mantuvo durante toda su vida un interés por los diversos campos del ocultismo.
Tras haber alcanzado, a través de la meditación, la comprensión de aspectos no revelados del hexagrama unicursal, preparaba su batería, prestando atención a las proporciones y las formas, en una especie de ritual que terminaba con una oración contenida en el Libro de Thoth. Tras este ritual, su forma de tocar generaba una energía particular, capaz de invocar a un demonio que revelaba verdades no dichas (similar a ciertos pasajes del Libro de las Mentiras de Crowley).
En la sección de la web donde aparece esta información, Carey incluso advierte a los fans de Tool sobre la aparición de este demonio y les explica cómo protegerse cuando toquen el próximo disco de la banda.
Su técnica
Como Carey suele considerar su forma de tocar la batería como una especie de ritual místico, la naturaleza fluida y altamente dinámica de su forma de tocar es evidente para todos.
Técnicamente, lo que diferencia a Danny Carey de la mayoría de los baterías de rock es su experiencia en bandas de jazz, así como una curiosidad endémica por las técnicas extrañas de juego de pies.
Mientras los bateristas de todo el mundo practican los fundamentos para dominar su técnica de golpeo, él utiliza los mismos ejercicios para desarrollar el control y la independencia de los pies. Así, es capaz de interpretar un solo de caja sin problemas, al tiempo que controla a la perfección las partes de hi-hat y contrabajo.
Su curiosidad también le ha llevado a estudiar diferentes instrumentos de percusión de todo el mundo, como la tabla india, ampliando aún más su perspectiva y enfoque.
Otra característica de la batería de Danny Carey, probablemente derivada de su formación jazzística, es el uso de determinados compases, polirritmos y polímetros. Para dominar estos difíciles elementos, a menudo improvisa, basándose en su «pulso interior» en lugar de contar los tiempos con precisión.
Su kit
Danny Carey es un fan de los tambores Sonor. Suele utilizar sus cajas de 14″ x 8″, que son mejores si son de cobre, mientras que prefiere los bombos de 22″ x 18″ tocados con doble pedal.
Todo su set está generalmente afinado en Re, como la mayor parte de la música de Tool.
Carey también está muy abierto a los sonidos electrónicos, por lo que suele utilizar pads tanto en los conciertos como en el estudio de grabación.
En conclusión, Danny Carey es sin duda una gran fuente de inspiración para cualquier baterista que quiera conseguir un sonido personal a través de años de investigación y experimentación.
Los baterías también pueden añadir capas de sonidos interesantes y reflexivos al arreglo de una canción, marcando una verdadera diferencia en el resultado final. Si buscas un ejemplo de cómo hacerlo, no busques más: Danny Carey puede ser tu mejor mentor.
Visite el sitio web de Danny Carey.