Los baterías suelen ser los miembros más infravalorados de una banda. Quizá sea porque no tienen que lidiar con melodías y armonías, o simplemente porque están al fondo del escenario…
Eclipsados por todos los demás artistas, a menudo tienen que luchar contra el prejuicio de que ser batería es «fácil» o al menos no implica habilidades intelectuales específicas.
Huelga decir que estos estereotipos son falsos, como ha demostrado finalmente la ciencia.
En este artículo repasaremos brevemente las distintas formas en que la pila puede moldear nuestro cerebro, haciéndonos más inteligentes, más seguros de nosotros mismos y más felices.
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El equipo del Dr. Schlaffke realizó pruebas a veinte bateristas experimentados que practican más de diez horas a la semana. El método utilizado consistió en resonancias magnéticas, que se compararon con las realizadas a veinticuatro no músicos.
Aunque está comúnmente aceptado que tocar un instrumento musical afecta al cerebro creando nuevos procesos neuroplásticos, los científicos rara vez han estudiado específicamente a los bateristas.
Estudios anteriores han demostrado algunos beneficios para los músicos en general en términos de memoria, habla, percepción y toma de decisiones, ya que tocar un instrumento musical durante años parece engrosar la materia gris cortical. Esto también es cierto para los bateristas, que pueden obtener beneficios adicionales de su forma de tocar.
Sin embargo, la Dra. Lara Schlaffke, de la Ruhr-Universität Bochum, ha realizado recientemente un estudio sobre los efectos de la batería en el cerebro de una persona, centrándose en particular en los complejos procesos motores que intervienen en esta tarea. Una de las cuestiones que se plantearon los investigadores fue cómo el entrenamiento modifica el cerebro desde el punto de vista estructural.
Para encontrar las respuestas deseadas, el equipo del Dr. Schlaffke realizó pruebas a veinte bateristas experimentados que practican más de diez horas a la semana. El método utilizado consistió en resonancias magnéticas, que se compararon con las de veinticuatro no músicos.
Los resultados fueron muy interesantes, ya que el equipo descubrió que los percusionistas tienen «menos fibras, pero más gruesas, en la principal vía de conexión entre las dos mitades del cerebro». En los bateristas, el cuerpo calloso, la gruesa capa de materia blanca que conecta los dos lados de nuestro cerebro, tiene una mayor tasa de difusión, pero las fibras son más gruesas, por lo que transfieren los impulsos con mayor rapidez.
Además, «las áreas motoras de su cerebro se organizan de forma más eficiente».
Ambas ventajas se deben probablemente a la capacidad de realizar tareas de motricidad fina con las cuatro extremidades al mismo tiempo.
Tras llevar a cabo su investigación, el Dr. Schlaffke llegó a la conclusión de que «los bateristas pueden hacer cosas que son imposibles para personas no entrenadas.»
¿Son más listos los bateristas?
«Los bateristas con mejor sentido del ritmo también obtuvieron mejores puntuaciones en un test de inteligencia.
¿Podemos concluir que los percusionistas son más inteligentes, basándonos en nuestra hipótesis de la investigación del Dr. Schlaffke?
Dado que la pila puede reforzar el vínculo entre nuestros dos hemisferios, sin duda puede potenciar nuestra intuición, nuestra capacidad para resolver problemas y muchas otras habilidades intelectuales. Por supuesto, la inteligencia es un asunto complejo, en el que influyen muchos factores, incluida la genética. Sin embargo, una reciente investigación de Bochum apoya la hipótesis de que las clases de batería pueden ayudarnos a mejorar la funcionalidad de nuestro cerebro.
Estudios anteriores también han confirmado esta idea.
Por ejemplo, una investigación realizada por el Karolinska Institutet de Estocolmo hizo el revelador descubrimiento de que los percusionistas con mejor sentido del ritmo también obtenían mejores puntuaciones en un test de inteligencia.
Efectos secundarios positivos
Tocar el tambor también puede estimular las ondas cerebrales alfa, induciendo una sensación placentera que puede superar los síntomas de la depresión y la ansiedad.
Los tamborileros también pueden sentirse más seguros de sus decisiones, ya que tocar la batería puede incluso mejorar la sincronización de las zonas inferiores del cerebro, no verbales y relacionadas con comportamientos más instintivos, con el córtex frontal, relacionado con el lenguaje y las actividades intelectuales más avanzadas.
Tocar el tambor también podría estimular las ondas cerebrales alfa, induciendo una sensación placentera que puede superar los síntomas de la depresión y la ansiedad. Este descubrimiento fue dirigido principalmente por la Universidad de Oxford, donde los investigadores descubrieron que, puesto que tocar el tambor podía hacer más feliz a la gente, esta actividad era probablemente extremadamente importante en la civilización primitiva, ya que ayudaba a crear comunidades.
¿Se les dan mejor las matemáticas a los bateristas?
los percusionistas pueden utilizar matemáticas de alto nivel en sus percusiones
Los baterías son los responsables de mantener el tempo y contar los tiempos, así que es lógico suponer que son bastante buenos con los números. Pero hay algo más.
Los científicos coinciden en que los grandes bateristas pueden utilizar matemáticas de alto nivel en sus ritmos, empleando instintivamente figuras conocidas como fractales. Los fractales son imágenes derivadas de las matemáticas en las que cualquier pequeña parte de su estructura se parece exactamente a su conjunto. Esta característica se conoce como autosimilitud.
Al parecer, la música está llena de patrones autosimilares y esto es especialmente cierto en el caso de la batería.
Los investigadores de Harvard llegaron a esta conclusión estudiando una canción en concreto, I Keep Forgettin’ de Michael McDonald, con el legendario Jeff Porcaro a la batería. En esta canción encontraron fractales sobre todo en las partes del hi-hat, tanto en ritmo como en volumen.
Conclusión
En conclusión, todos los estudios sobre los efectos de la percusión en nuestro cerebro han llegado a la conclusión de que son positivos para nuestra inteligencia y nuestra mente en general. Es justo decir que los tamborileros pueden ser más inteligentes que la persona media por su capacidad para coordinar sus extremidades de forma independiente, así como por su uso instintivo de patrones y modelos matemáticos complejos.
Puede que no sepan mucho de armonía o escalas musicales, pero como muchos otros músicos, los bateristas pueden desarrollar increíbles ventajas en términos de memoria, habla y coordinación.
No pongas en duda la musicalidad y la capacidad de resolución de problemas de tu batería la próxima vez que te encuentres con él en el local de ensayo: ¡la ciencia lo avala!